Tipología: toda una ciencia de la psicología para mejorar relaciones y entenderse mejor
¿Soy tu tipo?
¿Eres mi tipo?
¿Cuántos tipos hay?
¿Quién no ha dicho?: “quisiera conocerte mejor”, “no te entiendo”, o de plano, “no me entiendo”, “tú eres como todos” (todos, ¿quiénes?), una serie de afirmaciones que cuestionan la naturaleza humana y específicamente la psique humana.
Si quisiéramos aumentar posibilidades para funcionar mejor, entendernos mejor, interactuar más efectivamente con los demás, deberíamos comenzar por comprender el funcionamiento de nuestra mente y de los demás, para adaptarse y orientarse en los mundos: externo e interno.
Este estudio lo inició Carl Gustav Jung en su obra Tipos Psicológicos publicada en 1921. En ella desarrolla sus ideas sobre la existencia de dos «actitudes» (extraversión/introversión) y cuatro «funciones» (pensamiento/sentimiento y sensación/intuición), y se refiere por primera vez al sí-mismo como objetivo del desarrollo psíquico.
La tipología se volvió desde entonces, una cuestión inevitable de tratar, tanto el propio entendimiento de aptitudes y actitudes individuales, como en terreno de relaciones humanas. Nuestro TYPE es la esencia y ubicación del “lente” con que cada uno mira y se mira. La forma cómo vemos, es lo que genera nuestra perspectiva y juicio. Sin embargo, también la forma cómo vemos a través de ese “lente” es, a la vez, lo que puede conducirnos a más complicados conflictos con los demás y sus diferentes puntos de vista. Este “lente”, nuestro TIPO, nos ayuda a definir el mundo y a sobrevivir en él, pero también es el “obstáculo” que nos hace caer en graves errores acerca de lo que pensamos sobre la realidad que nos rodea e incluso sobre la profundidad de nosotros mismos, y de los demás, pues cada “lente”, cada TIPO tiene su propia verdad válida.
Pero entonces, ¿de qué me sirven estos estudios? ¿Cómo aplico la TIPOLOGÍA en mi vida?